Breve introducción al blog

Inicio por aquí :)

¡Hola vividores!

Podéis llamarme Rodre. En realidad mi nombre es compuesto, pero no me gusta tener nombre de virgen (aún así queda chulo decir "L.A. yeah, that's my second name")

Nací para conocer. Se conoce mediante la experiencia y ésta te la da la vida. En resumen, nací para vivir. Pero hay muchas maneras de hacerlo y a mí me gusta viajar, la fotografía y las galletas, es lo que hay.

Soy un bípedo implume y le busco lógica a todo, pero mas bien mi mente lo centrifuga todo hasta hacer que pierda sentido. Una locura.

Tengo otro blog, el de "Hoy me siento feliz" pero este es diferente. Es mucho más personal, es posible que ya te hayas dado cuenta de que desvarío, puede ser que sea porque estoy un poco loca.

¡Espero que disfrutéis! :)

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Está cordialmente invitado al desmoronamiento de la familia


El problema ya venía de antes, pero fue en verano cuando se lo dijeron, cuando los hechos que llevaban tanto tiempo ensombreciendo la relación definitivamente confirmaron lo que todos se temían.
Asistió, como en una película, sin ser capaz de intervenir a la división definitiva de una roca que hacía ya mucho que se veía agrietada. No recordaba las palabras exactas, pero sí que se acordaba de un enorme golpe en el pecho y un vacío inmenso después que provocó que sus ojos quisieran llorar, y también recordó cómo se contuvo; se metió en su cuarto, pero aún no podía permitirse llorar. Quedó con sus amigos y sólo cuando, tras un  rato estando ausente ellos le insistieron en contarle qué pasaba, sólo cuando lo contó y se dio cuenta de la auténtica realidad la voz le tembló y ésta vez no contuvo las lágrimas. Ya no tenía solución ni marcha atrás, era definitivo. Como una bola de masa que se te atasca en el pecho al tragar, ese problema no le afectaba en su día a día, pero sí que lo sentía ahí cuando a veces quería tener algo que nunca se paró a disfrutar porque pensó que siempre estaría ahí,  y recordarlo le hacía  irritar.
Desde entonces, siempre se mostraba algo más lejana respecto a los problemas en general. Se encerró en su burbuja y se refugió en las estrellas artificiales de su habitación. Siguió adelante intentando demostrar ser fuerte aún sabiéndose hecha trizas en su interior. Ya no sentía nada cuando se daban voces y no le daba sensación de vacío el silencio que quedaba tras los portazos, simplemente le daba igual, asistía al espectáculo salvaje de la convivencia demostrando su impotencia autoimpuesta para sobrevivir. Pero ese muro ya casi se había olvidado dos años más tarde, consciente de la pasividad de su padre y la sobreprotectora independencia de su madre. Notó una enorme cavidad en su  interior, un lugar que parecía no estar ahí asta que se notaban los tornados que se formaban. Como una tempestad, porque por muy fuerte que sea el muro, o mucho que intervenga el hombre jamás podrá evitar la tormenta, nunca podrá agarrarla con sus manos y expulsarla para siempre, tan sólo le quedaba aprender a convivir en época de tempestades. 

Nota: Ésta es una entrada muy muy muy personal. He estado dudando mucho rato si publicarla o dejarla como borrador hasta olvidar su existencia. Pero tal  vez la única manera de salir de esta cárcel sea contarlo abiertamente a lectores anónimos. He de confesar que ahora tan sólo hay rayos y truenos en esa oquedad, pero hará como mucho una semana descubrí una canción que me tocó el muro, o más bien me lo derrumbó. Me sentí completamente correspondida con Jules Lennon al escuchar la canción de "Hey Jude", escrita por Paul para el hijo olvidado de John. Para que luego digan que es fácil ser hijo y lo complicado es ser padre.

2 comentarios:

  1. Se lo que se siente en esta situación, lo viví cuando aún no levantaba casi un palmo del suelo, pero es algo que por muchos años que pasen, no voy a olviadar nunca. Y estoy segura que tú tampoco.
    Pero como bien se dice (y cierto es), el tiempo cura las heridas o al menos te acostumbras a vivir con ellas.
    De todas formas, sabes que me tienes aquí siempre que lo necesites, para lo que sea. Te lo dije a los pocos días de conocerte hace ya 6 años y lo sigo manteniendo día tras día.
    Te quiero :).

    ResponderEliminar
  2. Sé que sabes lo que si siente. Lo cierto es que son heridas completamente distintas e idénticas al mismo tiempo. Y aunque hay cosas que no curan, sí es de aprender a vivir con ellas, pero hay días en los que no puedo, me superan.
    Gracias por todo Irene :)
    PD: 6 años ya?! ¡Qué rápido pasa el tiempo!

    ResponderEliminar