Siento la grava bajo las suelas de las botas, rodando en los riachuelos y saltando con las gotas que caen del cielo. Y camino, camino. Paso a paso, aliento a aliento (...)
Hace calor. No ha llegado el verano, pero sí el calor, y lo celebro caminando por Gran Vía en busca de algo de aire acondicionado, con una botella de agua en la mano. El sol me tuesta en esas calles y me hace cerrar los ojos, dotándome de una expresión que mezcla el fruncir del ceño y el sonreír ampliamente. El asfalto, me calienta las piernas, y mi camiseta se bambolea de un lado a otro por mi cuerpo, enseñando hombros y escote alternativamente. No es un día bonito, a pesar del sol. Se nota el ambiente cargado de polución pero me gusta el aire de la ciudad.
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