Breve introducción al blog

Inicio por aquí :)

¡Hola vividores!

Podéis llamarme Rodre. En realidad mi nombre es compuesto, pero no me gusta tener nombre de virgen (aún así queda chulo decir "L.A. yeah, that's my second name")

Nací para conocer. Se conoce mediante la experiencia y ésta te la da la vida. En resumen, nací para vivir. Pero hay muchas maneras de hacerlo y a mí me gusta viajar, la fotografía y las galletas, es lo que hay.

Soy un bípedo implume y le busco lógica a todo, pero mas bien mi mente lo centrifuga todo hasta hacer que pierda sentido. Una locura.

Tengo otro blog, el de "Hoy me siento feliz" pero este es diferente. Es mucho más personal, es posible que ya te hayas dado cuenta de que desvarío, puede ser que sea porque estoy un poco loca.

¡Espero que disfrutéis! :)

domingo, 20 de mayo de 2012

Mujer

Tenía una sonrisa espléndida, era agradable y elegante. Una mirada sincera y unas largas piernas acabadas en unos tacones siempre pulcros. Unas manos suaves y largas que le daban el toque final a su cuerpo con forma de reloj de arena. Era la mujer que todos deseaban y ella era consciente de eso.
Al entrar en su pequeño apartamento no saludó, no tenía a quién. Simplemente dejó las llaves en un cuenco en la entrada y se dirigió por el pasillo a su habitación, donde se topó con su única compañía, su reflejo en el espejo del final de la pared. La contempló durante un rato e inconscientemente, su brazo se había ido extendiendo hasta que la yema de sus dedos entró en contacto con el gélido cristal. 
Y entonces, derrotada por su propia imagen, pareció darse cuenta de la mentira en la que su vida se había sumido.

lunes, 14 de mayo de 2012

Estado de locura

Cerró los ojos haciéndose consciente de la soledad que la atosigaba desde hacía meses. Notaba el peso de sus párpados y la curiosa sensación de tener el cuerpo agotado y la mente aburrida pero activa. Como un líquido heterogéneo que mezclaba la fluidez con los coágulos que se formaban en sus pensamientos. Trataba de escapar de ese estado. El subconsciente tomó entonces posesión de sus ideas durante unos instantes, proyectado imágenes que se entremezclaban con los recuerdos más recientes.
Soñaba en un estado que la evadía de la realidad sin alcanzar el pleno acceso a sus pensamientos más ocultos.

Musiquilla que que resonaba en sus oídos y que parecía salir del movimiento de sus dedos.
En pleno agotamiento de todo su ser, notó cómo su cuerpo se arrastraba hacia su cama y, sin ser ya dueña de sus propias acciones, se dejó caer sin más sobre el colchón que tanto odiaba.
La risa surgió de su pecho de manera improvista, una carcajada que sumió a su soledad en un profundo estado de inconsciencia. Dicen que a eso es a lo que los cuerdos es a lo que llamáis "estado de locura", pero en verdad, lo que no sabéis es que nuestra risa se debe a lo absurdo de aquello a lo que vosotros consideráis "realidad", parece que no os dais cuenta que los locos sois vosotros buscando la ridícula aceptación de la sociedad, que creéis darle sentido al mundo y os alejáis de aquellos que son diferentes.
Todos locos.

martes, 8 de mayo de 2012

Sueño y verdad

La presión se cernía sobre ella como una masa de nubes que encapotan el cielo y enloquecen barómetros.
El cambiar, lo subjetivo, lo aleatorio o lo arbitrario, el soma y los exámenes como guinda del pastel. Todo junto conforma un torbellino imparable de pensamientos que le iban hundiendo poco a poco. Naufragaba en su ansiada soledad y cuanto más luchaba por salir de ese maelstrom menos oxígeno era capaz de captar de su alrededor.
El funcionamiento de la mente, los paralelismos de lo que se puede dar en la vida. Millones de sinapsis producidas en un instante que se funden con el exterior. Catapultas hacia lo inquebrantable.
Flojeaban muros, las montañas parecían crecer a su alrededor.
Despertó. Lo peor de la pesadilla era que en realidad ese despertar era la caída en el sueño más allá de la realidad, la pesadilla era su realidad, su realidad era el sueño que producía su subconsciente de madrugada.
La salida estaba en todas la direcciones, pero la correcta era la más difícil de alcanzar. Dudaba de su propia fortaleza y capacidad de aguante. ¿Qué será, qué será?

domingo, 6 de mayo de 2012

El color de las personas

Contemplaba  el árbol cuya mitad ardía incesantemente cuando se dio cuenta del gran número de fallos que llevaba ya tiempo cometiendo y que, aún pudiendo haberlos evitado en su momento, ahora ya conformaban gran parte de su día a día: se adueñaban ahora de sus relaciones, de sus ideas, de sus principios... Se unía a la mayoría, se convertía en poesía artificial.
Observaba fijamente el color de las llamas; amarillo, naranja, rojo... Relucían con hermosa calidez, sencilla naturaleza. Era consciente de que en algún momento se había encontrado en el centro de las llamas, nunca rojo pero sí cálido, expresivo, creativo... Pero también sabía que cada vez se iba más hacia donde las ramas abundaban y los brotes escaseaban, le costaba diferenciar la belleza de las matemáticas, y sabía que se iba desplazando más y más hacia los colores azulados, hacia el frío, hacia la lógica aplastante, hacia la muerte de las musas.
Estaba triste de saberlo, pero no se sentía con ganas de llorar: ya ni siquiera era capaz de ello. Le remordía saber que con tan sólo una lágrima podría haber convocado a sus musas, esa maravillosa inspiración que fue en su día el centro y sentido de su existencia.
Se sintió atrapado, como en una jaula sin barrotes. Simplemente abrió la puerta y echó a correr hasta que su respiración se convirtió en un jadeo similar al de un lobo. Corrió entre los charcos y buscó la zona más alta en la oscuridad. Trepó a un árbol, el suelo estaba demasiado bajo para él y, desde arriba, en la rama más alta disfrutó de la visión externa de la realidad. Con el corazón  aún bombeante, notó cómo un aullido salía de su propio pecho y con él parecían irse los problemas. Después de el primero, vinieron muchos más hasta que la afonía se apoderó de su garganta y la lluvia acompañó sus lágrimas. Sintió el viento fresco y renovador de la tormenta y se dejó encender por un rayo. Por un momento le pareció que el fénix estaba a punto de renacer y volver a alzar su vuelo...





Nota: No es una gran redacción, son más bien pensamientos acumulados que tenían que salir de alguna manera y acabé usando las metáforas de "el color de las personas" de C.M.B. ("Monty"), una gran amiga.
Se lo dedico a ella, por acompañarme a aullar cada vez  que lo necesito, por correr por el barro cada vez que me da el arrepío, por hacer crecer la inspiración, llama que cada vez está más extinta. De verdad, gracias.



El dibujo es de Nuria RC, aquí su flickr. Espero que no te importe que haya usado este dibujo! :)

miércoles, 2 de mayo de 2012

Noche estrellada

Noche estrellada, tal vez un poco tardía, pero todo llega a su debido tiempo. En el cielo los luceros luchaban en resonada paz para ver cuál brillaba con más fuerza. En el césped, la hierba húmeda iba empapando lentamente la ropa que llevaban puesta, aunque ello no parecía importarle a ninguna de las personas que, recostadas, parecían empezar a fundirse  con el universo.
-Parece -dijo rompiendo el silencio de repente- que todo lo que nos rodea forma ahora parte de nosotros.
-Tal vez, sin embargo cada uno es diferente a su manera... pero no te puedo negar que de una manera más o menos profunda estamos todos conectados. ¿Cuánto tiempo llevaremos aquí?
Convirtiendo la pregunta en una retórica, cerraron los ojos y se unieron a la belleza de las tinieblas. Les arropaba un manto de calma noctámbula.
-Hacía tiempo que no me sentía tan libre
-Tenemos un concepto diferente de libertad...
-La libertad no es para mí sino la capacidad de poder hacer algo, aunque no se haga. Ahora mismo podría chillar hasta la afonía y tan sólo le importaría a los animales que duermen...
-Y sin embargo no lo haces porque...-Esperó a que le completaran la frase
-Y sin embargo no lo hago porque prefiero estar disfrutando del silencio de esta conversación tranquila antes que revolucionarme como cuando siento que no puedo hacerlo. El ave que más quiere volar es aquél que vive en una jaula...
El agua susurró en una oleada suave que agitó la barca en la orilla. El sonido del viento atravesando el mástil asustaba, pero también les hacía reconfortar, recordar el cómo habían llegado hasta allí, las horas de remar contra el oleaje que sólo por ese momento sabían que había merecido la pena.
Le miró de reojo; conocía sus respuestas pero nunca las adivinaba de antemano. Acabó su fila de pensamientos con una sonrisa tibia.
-¿Delirios nocturnos?
-Díselo a Van Gogh, él los conocía mejor que nadie.